El día de ayer firmé mi renuncia. Con tiempo de anticipación anuncié que cierro esta etapa de mi vida llena de satisfacciones. Mi padre dijo que se le conmovieron las entrañas cuando supo que ya había firmado. Yo, honestamente senti paz.

He orado mucho al respecto y estoy segura que es la voluntad de Dios que de el siguiente paso. Muchos mi amor y mi cariño se queda en el Colegio Mexicano, con la esperanza de vernos algún día. Dios es bueno y le agradezco estos siete años que me permitió laborar en el mejor colegio de Reynosa.