Hace ya varios años mi papá tenía una Ford Astro y ya que le podíamos meter varias personas Ruth y yo decidimos llevar a Bejamín y Belinda de paseo a McAllen ya que estaban de visita.  Conozco a Benjas desde que eramos niños y tenerlo de visita con su esposa era muy especial.

Ya habíamos ido a varios lugares y  llegamos al estacionamiento de Toys-R-Us cuando al bajarnos alcancé a escuchar un ruido como de escape de aire.  Volteo hacia el ruido y vi que un mega tornillo se le había metido a llanta.  Yo traté de reaccionar rápido, pero Ruth se me adelantó:

"Sácale el clavo!" dijo Ruth con autoridad.  A la orden, Benjamin sacó el clavo, lo que ocasionó que  el aire se saliera por completo de la llanta y quedara totalmente 'flat'.  Ya para ese punto yo estaba muerta de la risa, producto de los nervios y tuve que hacer mi mayor esfuerzo por controlarme para sacar el gato y tratar de cambiar la llanta.  Cuando por fin tuve el gato en mis manos no lo podía meter porque la llanta estaba completamente ponchada.  Fue entonces cuando dijo Benjamin con una convicción de aquella:

"Voy a levantar el carro!".  I just cracked up there!  Ya no podía enderezarme de la risa.  Me doblaba de la risa cual contorsionista y no pude meter el gato debajo del carro porque él no pudo levantarlo por Asgard ni por Odín.

Al final de cuentas Belinda pidió ayuda usando de mi teléfono ya que yo no podía hablar del ataque de risa.

Benjamin y Belinda.  Foto tomada por Ausencio Ramirez.

¿Sólo a mi me pasan estas cosas? =D