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Créanlo, en mi primer post post-electoral no voy a hablar de política...aunque bien podría venir al caso...pero me abstendré de tocar el tema por el momento.

Es difícil creer que ya hayan pasado 10 años desde que esto pasó.  Soy fiel creyente que a todos y cada uno de nosotros Dios nos ha regalado ese verano digno de recordar y ser relatado no sólo por los lugares inolvidables, si no por ese algo más que marcó tu vida.  RGBI (Rio Grande Bible Institute) tiene un lugar especial en mi corazón.  Aquella área de juegos y columpios para niños, cada que el recuerdo pasa por mi mente se dibuja una sonrisa en mi rostro.  Podían pasar las horas y por esos columpios pasaban conversaciones productivas de política, arte y música.  Aquellas rencillas por los gustos artísticos diferentes, donde concordábamos con todos menos con Rockwell y Kinkade.  Pero lo que más recuerdo eran las platicas en el ahora desaparecido edificio de convivio.  Pero como todas las cosas buenas tienen que terminar.....el verano cumplió su ciclo, se acabó....se fue.... y poco después....cada quién tomó su camino.

No pido que el tiempo vuelva.  No pido haber podido hacer de ese verano uno más largo.  No sé si nuestros caminos se cruzarán algún día, y aunque se crucen ya es demasiado tarde.  Pero dentro de mi, muy muy dentro de mi, tengo la esperanza de que así sea, para poder dar gracias en persona por el mejor verano de mi vida.  Y ahora doy gracias a Dios por haberme permitido vivirlo, fue un verdadero regalo y una razón más para vivir para Él.

Creo que puedo decir que ya supe lo que sintió el personaje de Julia Roberts en la película de La Sonrisa de Mona Lisa.  Doy gracias a Dios por mostrarme de manera clara el camino profesional que debía seguir ya que ha sido muy enriquecedora en todos los aspectos. Ayer fue una muestra clara.